Kristel me llama con el alma rota porque ha muerto Oscar de la Renta. ¡Madre del amor hermoso!, ¿y quién era ese señor? ¿También tenemos que llorar la muerte de la gente que no conocemos? Cada uno vive su vida y tiene sus preferencias o escala de valores. No sé. Vale como ser humano, pero no como trapero, mi niña.
"¿Trapero? Era un diseñador único, su estilo incomparable. Será una leyenda". Pues en eso estamos, en llorar y honrar a un muerto que será una leyenda, según Kristel. Pero que al ser una leyenda puede entregar su alma a Dios y subir al cielo y diseñar las batas de los santos... No quiero frivolizar la muerte de un ser humano, pero a la ciudadanía de este país ya no le quedan lágrimas, y a más para ser derramadas por la fascinación y el glamour.
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