Una amiga de hace mucho tiempo que no la veo, casi desde que dejó de hablarme más o menos, me envía un "emilio" sin venir a cuento, y me dice que este país está jodido. Y que así no podemos seguir, porque lo que antes era malo ahora es peor y lo que era bueno no existe. En una palabra: vamos a peor. Y no solo políticamente, también tecnológicamente, y especialmente en el amor. Y me expone una serie de razones que justifica su manera de pensar:
En poco tiempo solo habrá dos estratos sociales, uno muy alto con los banqueros y políticos imputados o no, los grandes empresarios y sus fortunas en Suiza y demás gente indeseable; y otro muy bajo con los pobres y los enfermos que ya son la gran mayoría de la población.
Con el alza de la gasolina y los precios de los coches y la falta de financiación, adiós al Simca 1000 y similares. Adiós el control de natalidad.
Desaparecerá el comercio tradicional donde se compra el pan nuestro de cada día, alimentos de primera necesidad. Y como en las grandes superficies no se fía... Nos tenemos que joder, solo joder, y no habrá más amor ni poesía.
Los médicos serán de pago. Y si ahora estamos que nos llevaba el maligno con los copagos y la privatización de la Sanidad, adiós a los hospitales públicos. Adiós a la vida sana.
Como no se creará empleo y los ricos nunca lloran, no nos traerán sus dineros de los paraísos fiscales, entonces no habrá quién pague impuestos y, pobre Montoro, nos rematará de alguna manera por idear. Pero que muy mala idea seguro.
Y ya para finalizar dos cosas buenas: una que no habrá devoluciones en caliente de personas molidas a palos, y otra que seremos invadidos por Marruecos. Que al final será una. Pero como estaremos muertos no nos importará.
Más o menos, este el "emilio" de una amiga que fue la alegría de la huerta. Como se ve quedó en nada.
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