Suelo dejar para mañana leer lo que escribo hoy, pero hoy no estoy para tradiciones y al releer el "emilio" de una amiga fuera de control en parte creo que tiene razón. La visión de lo que es o será este país es bastante realista... Lo peor quedar sin el amor y la poesía que da continuidad a la noche y nos permite imaginar el día más feliz.
Si malo el presente peor el futuro. Impensable la evolución de otra manera: después de sufrir tantas innovaciones tecnológicas, las redes sociales y las comunicaciones por teclados móviles; después de perder la grata conversación y el café de las cinco ya no sé qué pensar... Cada día son menos las alternativas de vida que nos propone nuestra clase dirigente. Se fascinan por todas las cosas que se imaginan y viven de sus éxitos... Viven una mentira permanentemente. Y cuando se les descubre alguna de sus fechorías ponen la cara más estupefaciente que tienen, como si acabaran de llegar, y resulta que nacieron ahí, en el Erario.
¡Joder, dona! estoy escribiendo como si estuviera fuera de control, descontrolado o controlado por internet. Otro trastorno grave de mi salud que no sé cómo llamarle. Amanecerá un día y la voz amiga que escondida llevo dentro me permitirá ver las luces de la intuición que parpadean en mi mente absurda y que siempre me cogen desprevenido. Quizá, y digo quizá porque ya no me fío, mi enigmática imaginación me de un respiro y pueda pasar un día sin escribir. Y solo pensar en lo sublime y lo divino por Les Seniaes. Un día para pensar en ti.
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