Una amiga me invitó a tomar café y pastas de té en su casa, ella sabe que me chiflan las pastas de té (los pastelitos no) y en un descuido entré en su ordenador con la sana intención de encontrar algo de qué escribir. Para nada husmear en su vida privada. Yo no soy de esas. Y encontré una carta que le había enviado una amiga que me conmocionó. Enseguida la reenvié a mi correo electrónico. Ella no se dio cuenta y las pastas de té estaban de pecado. Mi amiga también es muy bella. (Copio y pego).
Los policías me dan miedo.
Después del acontecimiento violento de la semana pasada me queda claro que de entre los ladrones y los policías no hay a quien irle.
Los ladrones después de sus fechorías mandan a sus familiares para que los afectados les otorguen el perdón y librarse de la cárcel.
Los policías piden dinero para "sembrar" armas o lo que sea a los ladrones y estos se pasen una larga temporada tras las rejas.
Y la gente buena, a la que roban y golpean no sabe qué hacer y tiene miedo pero con miedo no se hace nada.
Hay que ser muy valiente para denunciar y afrontar las consecuencias. Vivir con sobresalto o cambiarse de casa.
¿Huir? o quedarse y morir. Así ya no hay quien viva.
Ese país más que una esperanza es un cementerio de vidas rotas, lo que necesita es una sociedad responsable que exija a su clase dirigente que sea respetada. En ese país no existe acceso a la libertad, es un país fallido con un pueblo temeroso de salir a la calle. El pueblo siempre defraudado. No sé qué país es el de la amiga de mi amiga pero no quisiera vivir en él. Cuando la realidad supera la caricatura de la vida se hace imposible vivir. Confirmo con asombro que hay países que aún no han adquirido la mayoría de edad. Son países donde la corrupción y la violencia van de la mano con la política.
Los policías me dan miedo.
Después del acontecimiento violento de la semana pasada me queda claro que de entre los ladrones y los policías no hay a quien irle.
Los ladrones después de sus fechorías mandan a sus familiares para que los afectados les otorguen el perdón y librarse de la cárcel.
Los policías piden dinero para "sembrar" armas o lo que sea a los ladrones y estos se pasen una larga temporada tras las rejas.
Y la gente buena, a la que roban y golpean no sabe qué hacer y tiene miedo pero con miedo no se hace nada.
Hay que ser muy valiente para denunciar y afrontar las consecuencias. Vivir con sobresalto o cambiarse de casa.
¿Huir? o quedarse y morir. Así ya no hay quien viva.
Ese país más que una esperanza es un cementerio de vidas rotas, lo que necesita es una sociedad responsable que exija a su clase dirigente que sea respetada. En ese país no existe acceso a la libertad, es un país fallido con un pueblo temeroso de salir a la calle. El pueblo siempre defraudado. No sé qué país es el de la amiga de mi amiga pero no quisiera vivir en él. Cuando la realidad supera la caricatura de la vida se hace imposible vivir. Confirmo con asombro que hay países que aún no han adquirido la mayoría de edad. Son países donde la corrupción y la violencia van de la mano con la política.
"Desde que te conocí supe que no estaba sola...". Y yo más... Beso.
Duras pero certeras tus palabras. A mi tampoco me gustaría vivir ahí.
ResponderEliminarMe pregunto si en un Pais como ese aun hay esperanza.
Saludos
Siempre hay esperanza. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.