miércoles, 23 de octubre de 2013

Hablo de un hombre bueno y la locura

Hoy quiero hablar de un hombre bueno que nunca estuvo perfectamente loco, como mucho se mantuvo bordeando la locura, buscándola y desafiándola. Nos conocimos en la consulta del Centro de Salud Mental, y enseguida sintonizamos hasta el punto de pedirle a la que no me deja ir, que nos diera cita para el mismo día, y a una hora adecuada a la que llegábamos con tiempo suficiente para hablar de vuestra cosas y cambiar impresiones.
 
Nadie mejor que él tuvo conciencia de su situación, nadie mejor que él explicaba la locura con tanta cordura valiéndose prudentemente del escudo de la metáfora. Así, para tomar distancia respecto a su locura y ponerse en un plano objetivo, me decía que recurría a menudo a la ficción y en ella razonaba sus desavenencias.
 
"Como sucede a las personas que no están completamente idas y que son de clara inteligencia, se dan cuenta perfectamente que su estado mental no es normal. Las ideas les bullen en la mente con una rapidez inusitada, pero de manera confusa, aunque no tan confusa que no les permiten comprender esa misma confusión. Cuando duermen lo hacen con un sueño irregular poblado de toda clase de visiones, desde las más dulces que las acercan a los tiempos de su infancia, hasta las más terroríficas, infortunios que son del presente", me dijo.
 
Con la misma lucidez con la que describía su sintomatología, describía las causas de su locura. Pero hoy, según me cuentan, como la nube que herida por el rayo se deshace en copiosa lluvia, se diluyó en si mismo, su valor de hombre bueno no lo pudo evitar. Rompió su compromiso con la vida y se batió en retirada sin darse una explicación, como esos enfermos desahuciados que no tienen esperanza y se mueren porque el desánimo les abandona antes que la salud.
 
Creyó ser fuerte y no lo era tanto, ofuscado buscó el alivio de la borrachera mental, el amor fácil de farmacia y un abanico de vicios, el desorden entró en su cerebro y su salud se deterioró considerablemente. Sufría de insomnios, alucinaciones y el delírium trémens encontró pronto una víctima más en aquel cerebro y su sistema nervioso enfermo.
 
Era vidente, el manicomio rompió nuestra amistad. Adiós camarada, de momento no iré a visitarte, me falta valor. Quizás algún día. ¡Joder, dona, entre vírgenes del cielo y algún poema, entre recuerdos, entre las páginas en blanco de la memoria, algo descabellado y real se hace notar, es la locura. Y no tiene remedio conocido.

11 comentarios:

  1. Certament els judicis dels qui semblen bojos, solen ser els més "juiciosos" i a l'extrem de la nòmina hi han els "egregis", dels qui parla Villarejo, encara que en són molt més dels qui apareixien al seu ja famós i clàssic llibre.
    Una salutació i endavant.

    Marc

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    1. "Els judicis dels que semblen bojos solen ser els més assenyats". Moltes gràcies per la teva ànim., Marc

      Salut.

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    1. El juicio de los juiciosos que dice Marc, doctor en psicología. Muchas gracias.

      Salud..

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  3. Cuando alguien vive en un mundo complejo, inentendible para almas sensibles, busca la manera de salir de el. Busca un refugio en la muerte -suicidio- o en un mundo alterno creado por uno mismo-vicios- y puede que encuentre el camino. Ya sea la muerte o la locura.
    El problema es cuando ese camino lleva al manicomio porque entonces no se Habra encontrado un mundo feliz y anhelado sino se Habra llegado al infierno difícil de escapar.

    No te preocupes mucho si no tienes valor para visitarlo no se dará cuenta. Llegara el momento cuando estés listo para enfrentarlo en su mundo al que no podrás entrar.

    La realidad es dura y cruel

    Cuidate

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    1. Mi mundo es su mundo. Ya estamos en rebajas: "dos por uno". Muchas gracias. Beso.

      Salud.

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  4. No, su mundo es único asi como el tuyo. Puede que los dos estén locos pero cada quien en un mundo diferente al que uno no puede entrar al del otro.

    Todos estamos locos de soslayo pero cada uno en su mundo que esta vedado para el otro.

    La locura en la tierra donde vivimos todos.

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  5. Y exactamente ¿Qué es la locura y quién decide tal definición?

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    1. Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz... Besinos grandes y pequeñinos para Alba.

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    2. Ayssssssssssssssss, se lo acabo de decir y te da las gracias.

      Besos enormes para ti y Carmen

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