martes, 8 de octubre de 2013

Será mi consuelo

El demonio anda en mi busca, pero gratamente la crisálida asoma gloriosa. No me encontrará. Al menos vivo o cabal.
  
Los perseguidos del amor por sus insensatas debilidades, los adictos a la palabra putrefacta, los que derrochan frustraciones como un monstruo desova cadáveres no tienen futuro. Ni una María Magdalena que los ampare. La ciénaga es su lugar.
 
El firmamento cambia su color y aparece de rojo sangre horadado por puñales dejando caer estelas ensangrentadas al atardecer de un día que no debiera haber transcurrido por su tardanza en las horas.
 
Mis pensamientos oscuros se pudren después del véspero cuando el verbo de la realidad se rinde ante la evidencia. Me cuece la maldita cabeza y me acuesto entre la crudeza del cansancio y la tristeza de mis quejas. Amanecerá un día con mi nombre... Será mi consuelo.

6 comentarios:

  1. Esto es muy crudo que hasta duele el alma. Dicen que cuando logras conmover el lector es porque eres buen escritor. A mi me dolió el alma leer este texto tan crudo.

    Te dejo un beso.

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  2. Guardaré ese beso donde guardo mis mejores deseos... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. Qué bonito “amanecerá un día con mi nombre”
    Mejor que los pensamientos oscuros se pudran, suelen ser perjudiciales para la salud ;)
    Un abrazo

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  4. Son malos. Sí. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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