domingo, 20 de octubre de 2013

El futuro es de ellos, pero aún no lo saben

Me cuenta mi hija Patricia que luego del colegio comer rápido e ir clase de inglés, y luego música, y natación, y a las ocho clase de apoyo para repasar las tareas del día y hacer los deberes.
 
No es bueno presionar a tal extremo a los niños, y no lo digo porque de cualquier manera acabarán en las listas del paro (la María me perdone, no puedo quitarme de la cabeza a sor Fátima Báñez y su reforma laboral), no es tan importante la excelencia académica, al menos no es garantía de mejor acceso al mundo laboral. Mejor que se relajen, que estudien esforzándose responsablemente, que asimilen que en la vida equivocarse no es malo; somos seres humanos y lo hacemos, es imposible no equivocarse, han de entender que es importante ser flexibles para con ellos mismos: frustraciones las menos para que no afecten su austoestima. Que jueguen, que compartan sus experiencias con los demás, que se diviertan estudiando, y sobre todo que su esfuerzo académico tenga una salida. Hablo de estudiar una carrera con futuro. Me cuenta mi hija Patricia que hay necesidad de ciertos profesionales entre seis millones de parados. Y eso no se puede tolerar.

2 comentarios:

  1. Uno quiere que los niños estudien todo y ellos solo quieren jugar. Si al menos los dejásemos ser niños, otro gallo les cantaría.

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  2. Todo tiene su tiempo. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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