Hablemos de los tiempos, el tuyo y el mío.
Soy quien mira al Oeste
porque yo soy Este.
Eres quien mira al Este
porque tú eres Oeste.
Y en medio un mar.
Vivo en un pueblo cerca de un río:
de cuando en vez lo azota un viento del Oeste;
ese viento le da vuelta a mi cabeza,
y no sé dónde estoy.
Para no perderme,
cuando sopla el viento del Oeste,
he fijado una estrella en el firmamento
que baja a la noche y sube de madrugada.
El instante en que se cruzan las miradas y soñar...
Y dices que no eres poeta, para no serlo lo haces muy bien.
ResponderEliminarBeso
Es tu mirada... Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarBeso.
La mirada que buscas en el firmamento.
ResponderEliminarAl fin... Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.