miércoles, 9 de octubre de 2013

La miseria y la desesperación

De Guindos manipulador de los hechos, Montoro ni él mismo entiende lo que dice, Opus Mato impone un copago a los medicamentos hospitalarios que le cuesta más su implantación en los hospitales que lo que supuestamente ahorrará, Sor Báñez empobrece a los trabajadores y los pensionista, Wertgüenza para la educación, el deporte y ahora el cine, y otros y otras que no acabaría, incluido Rajoy que miente más que habla. Son ellos los que nos arrastran a la miseria y la desesperación.
 
Llegado el momento no podemos tener dudas acerca del triunfo o fracaso de los dos grandes contendientes electorales por razones diferentes. En el caso del PP, por el destrozo de país que nos dejará como herencia, y en el caso del PSOE, porque erre que erre Pérez-Rubalcaba y se acabó que no toca. Y así no vamos a ninguna parte. Pero las cosa tienen que cambiar sí y sí. Nos jugamos mucho. La ley electoral D'Hondt que favorece a los grades partidos, PP y PSOE, no la quieren cambiar porque les beneficia enormemente. Tal vez si la izquierda se uniera como lo está la derecha... Un partido político con ideas llegadas de un encuentro formal podría competir con la derecha en las urnas. Pero todos quieren tener la razón de su parte. El asunto es ese. Nadie quiere dar el brazo a torcer. Y el pueblo pierde. La derecha con su mayoría empobreciendo el país. Un país ya derrotado. Jamás seremos lo que fuimos. Nunca hubo tanta diferencia de clases. Ni tan pocas: dos. El caso es que una está en el cielo y otra en el infierno. Una come y otra solo tiene la esperanza de comer mañana... ¡Ay, dona, la insoportable levedad de la clase dirigente y sus dilemas de grandeza nos está matando!.

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