lunes, 14 de octubre de 2013

La mística del horizonte

Sé que no lo puedes evitar, como tú bien sabes que yo no te lo puedo permitir. Alguien de buen corazón considera que tal vez ha encontrado su alma gemela. Yo creo en el amor a primera vista y también creo en el poder de la palabra.
 
Ocurre, está ocurriendo, que una dama con su propia poesía padece de amor que solo es un desamor. ¿Qué se puede hacer? ¿Cómo se puede volver a un pasado reciente y olvidar que un día de madrugada fue feliz por amar al amor de manera singular? El amor si viene disfrazado de santa poesía permanece en el anonimato y de poco sirve ignorarlo. ¿Permanecer y transcurrir para borrar las palabras de un encuentro casual? Nada ocurre por casualidad.
 
Mucho me temo que el asunto es malo y va para peor, pues el amor no entiende de límites ni malas experiencias, volverás algún día como si nada hubiera ocurrido. Pero recuerda cuando llegue ese día que el amor no se suicida... él siempre está vivo. Sueño de amor en los años altos de la vida.
 
La palabra llama a tu puerta y a venido para quedarse. Y llega exigente, quiere su propio despacho donde poder escribir.
 
Haz memoria, tuviste que haber vivido experiencias parecidas y sufre de nuevo. Es tu condena. Solo recuerda que Dios aprieta pero no ahoga.
 
Un lunes de esperanza, te amonesto pero no puedo aconsejarte porque no sé. Haz tú lo que consideres que debes hacer pero no sufras... Ni permitas que las nubes ahuyenten tu sol. (El amor escondido es mejor).

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