-¡Hay que joderse!, el otro día me pusiste a caldo borriquero porque no te felicite en el día de los animales y hoy que es día especial para mí pasas olímpicamente... ¿Acaso no vivimos en el mismo mundo?
-No entiendo.
-Si quieres te lo recuerdo cuando dejes de roncar.
-Igual sí, estas son horas de dormir.
-Pues ya amaneció.
-Claro, amaneció claro el día y el sol está brillando como en pleno verano y las calles y el camino de Les Seniaes están sembrados de piernas bonitas y cerebros que arden maltratados ante el fuego del injusto padecer. Los ignorados de la salud mental viven ajenos a la realidad pero son pocos los que no sonríen de verdadera alegría. Rostros benditos que desfilan por las avenidas de las plegarias y las flores que adornas las ciudades. Aunque son un fraude para la calamidad del engaño y la maldad de una sociedad que los margina.
-Ah, ya me doy cuenta que sabes el día que es hoy y lo que se conmemora...
-Eres más viejo que yo y también más torpe de entendederas.
-No insultes mi inteligencia.
-¡Amaneció!.
-Ya te lo dije.
-Pobre infeliz, buscas más allá del asombro una esperanza que penetre en los rincones de tu ser donde solo hay luz de sueños. Eres pertinaz y no dejas pasar de soslayo el pillaje de tus múltiples desavenencias mentales... ¿Qué no harías por dar salud mental a tu vida?
-No sé de qué me hablas...
-Vale, pues déjame dormir...
-Pero despierta, por favor despierta dona, mi carinyet. O resucita conmigo.
-No entiendo.
-Si quieres te lo recuerdo cuando dejes de roncar.
-Igual sí, estas son horas de dormir.
-Pues ya amaneció.
-Claro, amaneció claro el día y el sol está brillando como en pleno verano y las calles y el camino de Les Seniaes están sembrados de piernas bonitas y cerebros que arden maltratados ante el fuego del injusto padecer. Los ignorados de la salud mental viven ajenos a la realidad pero son pocos los que no sonríen de verdadera alegría. Rostros benditos que desfilan por las avenidas de las plegarias y las flores que adornas las ciudades. Aunque son un fraude para la calamidad del engaño y la maldad de una sociedad que los margina.
-Ah, ya me doy cuenta que sabes el día que es hoy y lo que se conmemora...
-Eres más viejo que yo y también más torpe de entendederas.
-No insultes mi inteligencia.
-¡Amaneció!.
-Ya te lo dije.
-Pobre infeliz, buscas más allá del asombro una esperanza que penetre en los rincones de tu ser donde solo hay luz de sueños. Eres pertinaz y no dejas pasar de soslayo el pillaje de tus múltiples desavenencias mentales... ¿Qué no harías por dar salud mental a tu vida?
-No sé de qué me hablas...
-Vale, pues déjame dormir...
-Pero despierta, por favor despierta dona, mi carinyet. O resucita conmigo.
Día de la Salud Mental conmemorándose en un mundo de locos de atar donde los locos son los verdaderos cuerdos.
ResponderEliminarFelicidades pues a quien corresponda.
Besos
Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Pero, ¿Que tiene Enrique? Hace mucho no hablo de el, es mas ni siquiera hablo solo lo menciono. Ya ni siquiera escucho a Sabina ni a Victor Manuel ni a nadie, ya nada mas te leo a ti y a otros poquitos.
ResponderEliminar:'(
¡Regresaste! ¡Siiiiii! ¡Soy feliz!
ResponderEliminarY mientras contestas, baño a Natalia y me muerde y llora y todo eso que hacen los niños
ResponderEliminarQué jaleo. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¡No te vayas nunca!
ResponderEliminarNi muerto. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Pero si los que se suponen que son sanos mentales si que les pasa algo...
ResponderEliminarBesos
... de soslayo. que no se enteran, quiero decir. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.