"El camino verdadero pasa por una cuerda que no está extendida en alto, sino sobre el suelo. Parece preparada más para hacer tropezar que para que se siga su rumbo". (Franz Kafka). El camino del poeta, caminante. Y una piedra en el camino nos enseñó a rodar. Y rodar y rodar. Cada paso descubre la penumbra que cubre el camino que posterga la fraternidad. Y la cuerda sigue subiendo y el cadáver sigue bajando y el sepulcro espera que todo se detenga para sellarlo. A quién importa la condición sufriente del caminante, importa el amor, y luchar a muerte por él rodeándose de las fortalezas que se hallan en la orilla del camino. "Caminante, se hace camino al andar". Si la mente no nos detiene el amor nos incita a caminar y renovar esperanzas vitales. (Por saber de ti, por echar raíces en el oasis de tu ternura y expandir las alas del amor por tu cuerpo y devolverte tu poesía). "El mar no es más que un pozo de agua oscura. La noche no es profunda, es fría y larga; a pesar de los versos de los hombres, el amor, sueño, glándulas, locura". (Idea Vilariño). Algo empezó a morir: La vida renace. Gracias.
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