En realidad creí que era posible lo imposible. Creí en la irrealidad. Creí que el amor nunca muere. Estaba equivocado. Qué necesidad hay de encender una esperanza y dejarla morir. Hablo de equilibrio mental. Duele el alma. Nadie sin querer hace y se hace daño, pero queriendo, adrede, es incomprensible. Nadie no quiere ni se quiere. Nadie no quiere ni se quiere y uno no quiere que nadie se quiera: es contrario al amor. Y, como Isabel Díaz Ayuso, "donde manda patrón no manda marinero".
Complacer a todo el mundo te convierte en esclavo. Luz a tu vida, paz a tu alma. Orgullo: atrévete a no gustar. Lo demás si importa, importa nada. Lo inteligente está ligado al manejo de los tiempos: uno y dos y tres y etcétera. Hay decisiones que se toman después de una gran insatisfacción. ¡Se toman!. Un café y unas pastas de té. No me entra en la cabeza cómo se puede ser creyente y no creer. Cada cosa viva en la tierra proviene originalmente de una semilla ... (¿En realidad somos el museo cínico del escepticismo? Solo el amor inyecta vida en vena. En fin, el día que me mires a los ojos existiré). Gracias.
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