Días sin prisas, eso quiero. Días tranquilos, sosegados, sin que nadie me empuje ni me señale con el dedo. También quiero imparcialidad en mi vida (porque es posible que sea nada sin ti). Necesito despejar dudas y seguir adelante. O que toque la lotería ... Hay que joderse. Si ustedes viven en un país cerrado a la alegría, en el que la ciudadanía ha perdido la fe, pero no la esperanza de que les toque la lotería, viven en el mismo país que yo y no se fíen, ojalá que les toque, pero no se fíen, es infinitamente más fácil que se contagien de un coronavirus que no deja de mutar o pierdan su puesto de trabajo. No se fíen, sin embargo, no tengan en cuenta mis palabras. Tampoco las de los que nos gobiernan que aún no decidieron si tirar por el camino de la salud o del interés. Somos pobres, estamos enfermos y casi muertos, ¿y si toca? La pregunta es esa. Gracias.
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