jueves, 16 de octubre de 2014

El teatro de la vida.

En la vida tenemos que interpretar varios personajes con papeles diferentes que no siempre tenemos claro el guión a seguir. En la vida tenemos que improvisar.
   
El personaje se valora dentro la obra que a diario representamos. Tenemos sí y sí que salir al escenario y ejecutar el papel tratando que sea creíble porque el público es exigente. Y siempre con la cara feliz de los domingos porque a nadie interesan nuestras miserias.

Evidentemente, en el teatro de la vida interpretamos la obra de nuestra vida. Un día tenemos mejor humor que otro, pero salimos a darlo todo. Para ello dejamos fluir lo mejor que hay en nosotros para realizar la función como se espera. Tal vez nuestro papel dependa de otros. No podemos fallar a nadie. Y menos a nosotros.

Unos son actores principales, otros secundarios y los más del montón... Pero todos son necesarios a la hora de la verdad. Y aunque los méritos y los aplausos siempre se los llevan los mismos, no importa, siempre la vista al frente, a pesar de las malas rachas, la salud y el desamor, al menos hasta que el telón se vuelva a bajar... Luego siempre nos quedará París o Les Seniaes para los soñadores incurables.

2 comentarios:

  1. Hola...

    No conozco Paris, no conozco Les Senuaes ¿queda algo para mi?

    Buenas

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  2. No conozco México, pero gracias a ti estuve allí. Y me gustó lo que vi... No tengo respuesta para tu pregunta. Beso.

    Salud

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