domingo, 13 de octubre de 2024

Pregúntenles.

Como un elemento más llamado a la acción: la flor inmarcesible de la amistad. Y afiladas las armas contra todos los abusos, los laborales especialmente: me tocan de cerca. Los abusos laborales se instalaron en nuestra sociedad y la mayoría vienen de trabajadores que treparon a puestos de responsabilidad y ya no tanto de los empresarios amigos de Rajoy. Jamás pensé que mis ojos llegaran a ver tanta infamia en el núcleo de la clase trabajadora. ¡Miserables!. Ahora más que nunca: orgullo de clase trabajadora. Se confirma, pues, la peor hipótesis: "No hay peor astilla que la del mismo palo". ¡Miserables!. Deberían ir teniéndose miedo... Nadie más infausto que aquel que por haber sido amigo o compañero conoce nuestras debilidades y las utiliza contra nosotros. ¡Miserables!. No dejaré de combatir con la palabra a los enemigos de la clase trabajadora. Bienestar social. Ni siquiera desbrozan el camino del porvenir... No me canso: ¡Miserables!. Y sé con quién tengo que hablar para que, Víctor Hugo, poeta, firme el olvido como condena. "Los miserables". Siempre defendí causas humanas, quien me acompañó en sitios de aquí y en muchos otros lugares, ya que nunca estuve solo, lo saben. Pregúntenles. (Ahora, porque nada puedo hacer, no derramaré lágrimas de impotencia, exhibiré un notable sentido del humor cargado de ironía y optimismo). Gracias.

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