Tal y como parece vivimos la era de la desinformación, y por si fuera poca la indigencia, la sociedad comenzó a oír y no hay palabras nuevas. Se sugiere no buscar palabras nuevas que den luz a una verdad antigua. La verdad es más necesaria que nunca y solo podemos echar mano de la desinformación. El ciudadano necesita alimentarse de información fidedigna y esta viene arrastrada por arenas movedizas de prejuicios que en nombre de la verdad aves rapaces diurnas llevan a los incautos como ovejas al matadero. (Él decide y tú se lo festejas. No saldrás indemne). Y llega el refrán: "Al que por su gusto muere, a gloria le sabe morir". Y añado: La muerte es la evidencia de que el olvido no encuentra camino. En adelante nada será igual: "A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga". Ir en busca del tiempo perdido es perder más tiempo y jabón, como lavarle la cabeza a un puerco. Muchos años han pasado y por aquel entonces ya era tan importante como necesario. Si se hicieran bien las cosas, se hubieran hecho. Y, sin embargo, quien festeja la ignorancia teme a la ley como el diablo a la cruz. Cumplir y hacer cumplir la ley importa. Para la politiquera eso significa perder autoridad. Importa ganar las próximas elecciones... (A mi queja tú le respondes: "Si no quieres taza, taza y media". Tu empecinada ingratitud te causará una triste suerte). Gracias.
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