martes, 22 de octubre de 2024

La muerte echa a andar

La muerte echa a andar y lee cada íntimo pensamiento, y nuestros sueños, pero no lo notamos, y mientras, las distancias y el tiempo cooperan para mantener viva la esperanza. La verdad quedó aislada de las circunstancias, también una hipótesis de trabajo que pacientemente espera un hecho consumado. La muerte ágilmente teje lo improbable. Y un día como si todos nuestros errores fueran borrados, lo seco germina, y los días buenos son compilados en una agenda donde un suceso lejos de la ignorancia hace coincidir a una persona y la sinranzón con el Karma que aparece evidenciando la luz que fue atrapada en el ocaso de una idea insistente: "a coste cero". (Hay que ser terco). De modo tal que, de tanto llamar al diablo para luego huir de sus malos juegos como ocurría en el pasado, ahora hay que asumir responsabilidades. Como es su estilo, el Karma llega con cierta vocación suicida para que se haga lo que nunca se hizo. A grandes males grandes remedios. Esta decisión es tan vieja que hace años ya era inevitable. Ahora mismo, ahora es la hora de priorizar lo prioritario y ordenar el desorden. Ordenar con juicio y estar dispuesto a pagar el precio. Sería incomprensible que uno no llevara al éxito lo que otra no quiso llevar ni siquiera al fracaso. (Afinemos la puntería y que María, la Magdalena, nos acompañe cargada de poesía). Gracias.

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