Amaneció noviembre en un día de luces apagadas
cuando todas las distancias comienzan a alejarse.
Al futuro solo lo inspira la primavera.
Noviembre será un mes de promesas por cumplir,
se llenará de esperanzas el porvenir que nunca llega.
Con engañosas imágenes
se domina el ensueño de la noche desvelada mientras menguan los días.
En noviembre se cocinan todas las derrotas.
Amor, ahora que nos amamos,
que noviembre llegó sin la espesa boira de octubre...
Amor, ¿y ahora?
Amanecerá un día y ya será primavera.
Noviembre promete el final próximo de otro año, donde iniciamos promesas de amor que vemos cumplidas en la taza de café preparada cada mañana, en la cena, en los besos, en las preguntas, en las discusiones. El amor no siempre se expresa con una rosa o un obsequio cualquier día, si acaso pudiéramos darnos cuenta de la cantidad de gestos con los que el ser amado nos cuenta una historia de amor, si acaso pudiéramos mirar mejor, de enero a noviembre hemos vivido una primavera sin advertirlo.
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