Lo de esta pasada semana fue un brindis al sol con todo lujo de detalles. Ojalá nos ayude a entender lo que nadie entiende, a explicar lo inexplicable. En noviembre, la realidad deja indicios de muerte. ¿Seremos capaces de transformar la realidad?
Finalizaron las penúltimas rebajas y volvemos a la realidad con menos dinero y sin esperanza de comer hoy y mañana. (La salud mental ni la nombro). Durante años, irresponsablemente, vivimos por encima de nuestras posibilidades; vivimos crisis permanentemente y no aprendemos. Culpable las apariencias, no las malditas necesidades. Y en esas yo, naturalmente, no podía a ser menos y a un chollo innecesario mi escaso crédito dijo no: mi crédito es menos que nada y un mes diabólico no me abandona... digo no me abandona, ni de lejos quiero abandonarlo, soy "enteramente varón" y mi palabra es la ley, como aquella ranchera. Puesto que hoy lunes amaneció indocumentado, sin derechos laborales, o sea, derechos humanos, en un país en concurso de acreedores (antesala de la quiebra), tomo café y me voy. Les dejo una vez más con Juan José Millas y la aclaración que viene al caso y a la aclaración: "Hay salidas de emergencia de los lugares pero no de la realidad". Gracias.
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