Dicen que los amores trashumantes son los mejores. Y yo digo, amor, que aún espero echar a andar una promesa... Nunca es tarde para volver a la santa poesía que es la vida. De lo contrario, o sea, de seguir en ese plan, la conmiseración se hará dueña de mí y no seré persona. La realidad me rompe y lo digo cuando el tribunal de "la manada" en vísperas de celebrar el Día Mundial contra la Violencia de Género, condena por "maltrato ocasional" a un "impresentable" que hirió con un cuchillo a su mujer e intentó estrangularla. Los jueces ven probada la agresión y le condenan a 10 meses de prisión, pero descartan tentativa homicida. Si me dejara llevar por la animosidad y escribir un sábado de fieles difuntos y no de esperanza, diría que siempre muere la mujer y que yo no creo en las casualidades ¿comprenden? De locos. Y a veces loco de la cabeza tiro por la calle del medio... La calle del medio no da la vida, amor, da la muerte. (Sombra penitente, no arrojes la toalla frente a las batallas que se avecinan porque entonces conocerás las sombras del desamor y sus amarguras. Si queda resquemor en tu corazón deshabilítalo y vuelve al amor porque no serás ni siquiera una causa probable para seguir creyendo en ti). Gracias.
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