viernes, 26 de mayo de 2017

Sinvergüenzas.

A punto de entrar el verano se forma en el Congreso de los Diputados una comisión de investigación relacionada con la corrupción. Las comisiones de investigaciones al PP y al PSOE siempre se les dio bien, vale el refrán de una mano tapa a otra. Pero nada de suspicacias y bienvenida sea. En esa comisión tendrán que declarar altos cargos del PP.

Si quieres que algo no se sepa no se lo cuentes a nadie o crea una comisión de investigación. Eso se decía cuando el bipartidismo era lo que no es ahora: los dueños del cortijo. Ojalá que mis ojos vean aflorar toda la corrupción de los corruptos. Después de tantas lecciones de honradez, después de comprar nuestros votos a cambio de eficacia en la gestión del dinero púbico, de prometer la luna y las estrellas. Yo creí en esas promesas... Confieso que mi voto sirvió para que algunos que recuerdo se lo llevaran puesto, ahora nada me gustaría más que acabaran en la cárcel como la prueba de austeridad equitativa y justificada que me prometieron. Nos pidieron apretarnos el cinturón pues ahora les toca a ellos y a ellas apretárselo. ¡Un corrupto a la vista!. Rápido que devuelva el dinero, una condena ejemplarizante y a la cárcel. Allí puede seguir alimentando su dignidad, mantener su ego y respetar su presunta conciencia tranquila entre los barrotes. Que no me entere yo que se ponga en duda la conciencia tranquila de un político. Hablo en serio.

Pero ya digo que no me fío de las comisiones de investigación en el Congreso de los Diputados. Creo en la justicia y no tanto en los jueces y apenas en los fiscales que a veces parecen abogados defensores. Disculpen si con los años me he vuelto demasiado incrédulo, pero he visto tanto y de todo que hasta que no los vea en la cárcel no lo creeré. Hay que joderse, recuerdo a un empresario amigo de Rajoy, por cierto, preso en esa cárcel famosa que no me viene a la cabeza el nombre, decir que la única manera de salir de la crisis era trabajar más y ganar menos. Nos hicieron cree que vivíamos por encima de nuestras posibilidades y que la culpa era nuestra. Sinvergüenzas. Gracias.

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