A punto de entrar el verano se forma en el Congreso de los Diputados una comisión de
investigación relacionada con la corrupción. Las comisiones de
investigaciones al PP y al PSOE siempre se les dio bien, vale el refrán de una mano
tapa a otra. Pero nada de suspicacias y bienvenida sea. En esa
comisión tendrán que declarar altos cargos del PP.
Si quieres que algo no se sepa no se lo cuentes a nadie o crea una comisión de
investigación. Eso se decía cuando el bipartidismo
era lo que no es ahora: los dueños del cortijo. Ojalá que mis
ojos vean aflorar toda la corrupción de los corruptos. Después de tantas lecciones de honradez, después de
comprar nuestros votos a cambio de eficacia en la gestión del dinero
púbico, de prometer la luna y las estrellas. Yo creí en esas promesas... Confieso que mi voto sirvió para que algunos que recuerdo se lo llevaran puesto, ahora nada me gustaría más que acabaran en la
cárcel como la prueba de austeridad equitativa y justificada que me prometieron. Nos pidieron apretarnos el cinturón pues ahora les
toca a ellos y a ellas apretárselo. ¡Un corrupto a la vista!. Rápido que devuelva el dinero, una condena ejemplarizante y a la cárcel. Allí puede seguir alimentando su dignidad, mantener su ego y respetar su presunta conciencia tranquila entre los barrotes. Que no me entere yo que se ponga en duda la conciencia tranquila de un político. Hablo en serio.
Pero ya digo que no me fío de
las comisiones de investigación en el Congreso de los Diputados. Creo en la justicia
y no tanto en los jueces y apenas en los fiscales que a veces parecen
abogados defensores. Disculpen si con los años me he vuelto
demasiado incrédulo, pero he visto tanto y de todo que hasta que no
los vea en la cárcel no lo creeré. Hay que joderse,
recuerdo a un empresario amigo de Rajoy, por cierto, preso en esa
cárcel famosa que no me viene a la cabeza el nombre, decir que la
única manera de salir de la crisis era trabajar más y ganar menos.
Nos hicieron cree que vivíamos por encima de nuestras posibilidades
y que la culpa era nuestra. Sinvergüenzas. Gracias.
Muy interesante...
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