Otros
y otras yo no sé, pero mi esposa cada aniversario de boda me hace un
regalo por tanto amor compartido. Lo cierto es que con el paso de los
años logramos ser uno más que dos. Disculpen, una más que dos quise
decir. Este año y otros son ¡sorpresa!, pero uno tiene fuentes de información y este año sé que ha contratado un fin de semana en un balneario de lujo. Yo no recuerdo fechas señaladas: apenas
tengo memoria y ahora los calendarios tienen los cuadros pequeños y siquiera puedes anotar que pagaste la comunidad de vecinos, además, no me fío. En los años altos uno confunde lo bueno y lo malo y no
sería ético celebrar un entierro, una decepción, otra derrota en
las urnas del PSOE. Va en serio, estoy de los tres de las primarias del PSOE que los vomito. El primero que se
presentó algo hizo muy mal y volvió a la casilla de salida. Entonces el segundo será el primero y la tercera la segunda o viceversa. Si gana el segundo o gana la tercera todos a casa que hay que renovar el partido. Yo voto por Felipe González. Me gustaría no dejar grietas al olvido,
pero los medios de comunicación dale al PSOE y dale a la
corrupción como si no saliera el sol. Pero vuelvo al
aniversario de boda. Ayer, con el alma en una mano y el corazón en la otra, mi esposa me dijo que estaba completo el
balneario de lujo para la fecha de nuestro aniversario y qué me
parecía si llamamos a un chino y nos quedamos en casa y lo celebramos
en la intimidad viendo la televisión. Le dije sí, mejor quedarse en
casa que ir a un balneario de lujo. Se trata de llevarse bien, y, como todo en la vida que requiera el acuerdo de
dos, para llevarse bien, uno pierde y otra gana. Eso es todo. Gracias.
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