miércoles, 3 de mayo de 2017

A una amiga incrédula.

"El éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento. Te pareces -cuando quieres- tanto a él".

Para que yo me llame Ángel González. Es el poema en el que una amiga se inspira en tono existencial ante el deseo de vivir y la conciencia inevitable de la muerte. Aunque hayamos nacido en el mismo terruño, solo en eso me parezco a él. Ángel González es un dios poeta muerto y yo aún no sé quién soy, a pesar de estar vivo.

A una amiga la presiento de aquella manera, como cuando pasas por delante de un ayuntamiento y ves la bandera a media hasta y no sabes ni quieres preguntar. A veces saber es morir.

A una amiga le prometí escribir una canción. No me las quiero dar de compositor de canciones, pero se lo prometí y no soy político. Le escribiría una canción que reflejara de sus ojos negro azabache su mirada, digo escribiría porque lo intenté y me salió un tango tristón. Yo a una amiga no le regalo un tango tristón, a una amiga le regalo una canción de amor o un beso que es más. A pesar de que todos mis besos son de Ian. Le tendría que birlar un beso mientras, estupefaciente, mira sus dibujos favoritos en el móvil de su güela.

A una amiga le escribiría la canción más bonita jamás escrita, pero anda uno escaso de inspiración y torpe de todo lo demás. Mayo es el mes de Flores a María, y pudiera ser que la inspiración de una musa ida regresara y entonces... Hoy no me comprometería a escribir una canción de amor. Una poesía al desamor tal vez. Lo que sí puedo es dibujar un camino más corto o un atajo si es mejor que sin esfuerzo se pudiera andar lento y alcanzar un final feliz. A un lado del camino dibujaría un mar y al otro lado un jardín con Flor de María, de todas las flores la más hermosa. También dibujaría árboles de hoja abrazadora para descansar a su sombra. Un camino sin piedras ni hojarascas. Ni promesas rotas. Solo vivencias extraordinarias y actitudes positivas. Y no me olvidaría dibujar unos zapados corredores y una mente más sana y un corazón igualito al suyo. (Y nomás). Gracias.

4 comentarios:

  1. Me gustan las canciones al desamor,
    los poemas rotos,
    las lagrimas sin salir de los ojos,
    las palabras ahogadas.
    Me gustan tristones pero no los tangos
    Prefiero una canción bravía.
    Un Tú y las nubes,
    dicen todo con alegría disfrazada.

    Los corazones laten a fuerza de la costumbre
    más que de ganas.


    Hola de soslayo.

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  2. Buenas madrugadas.

    Mientras los corazones latan vivamos el día que nos toca vivir al menos con esperanza. Si con gana y desgana es secundario. Gracias. Beso.

    Salud.

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  3. ¡Eso es todo caray! Por eso me caes bien. Hay que vivir, estando vivos ya lo averiguaremos.

    Nunca te he digno que siempre que leo a Ángel González es pot pura casualidad.
    Lo voy a hacer mi poeta de cabecera. Lo esconderé bajo mi almohada pa' soñar bonito.


    ¡Salú!

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