martes, 9 de mayo de 2017

Les pierde la avaricia.

"Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas". Bertrand Arthur William Russell.

Mucha saliva se ha gastado acerca de la temeridad de los ignorantes, sin embargo, más que la ignorancia en sí, lo que me desconcierta es la eficiencia de los corruptos y los empresarios amigos de Rajoy y sus aprendices de oficio. La corrupción y la explotación son íntimos de la ignorancia de tal modo que, si supieran el buen negocio que es ser honrados, lo serían aunque solo fuera por negocio. O no, ¿alguien sabe si es buen negocio ser honrado?

Las personas honradas andan por ahí casi vencidas y llenas de dudas agobiadas por las deudas con la certeza de su desconsuelo mientras lo peor de cada casa sigue gobernando el país y explotando a los trabajadores eficientes como un bombero deshaciendo escombros en el desamparo de una vida que se apaga. Leo y escribo y no sé, pero viene al caso: "mujer, no eres digna de que entres en mi casa".

El castigo de las personas honradas que quieren trabajar por un salario digno que les permita llegar a fin de mes es el silencio y dejarse manipular por políticos corruptos y empresarios amigos de Rajoy y sus aprendices de oficio. No me canso, la familia, y los hijos primero. Pobre patria mía. Singulares seres que por lograr sus pragmáticos objetivos son capaces incluso de ir a la cárcel. Perseguir el poder, robar, y disfrutar de sus mieles en un paraíso de ensueño es su meta, y lo hacen con la tenacidad y la impunidad que les permite el sistema político y su particular aplicación. Son corruptos, explotadores, y nunca dejarán de ser ignorantes. Les pierde la avaricia. Gracias.

4 comentarios:

  1. la sinvergüenzura de los empresarios y políticos, llega a ser una epidemia que solo afecta a aquella raza de carroñeros...

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  2. Pandemia que es más. Eres muy amable. Gracias.

    Salud.

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  3. “¿Y cuál es el gran mal del mundo? Lo tengo clarísimo: la ambición de poder y de dinero. Es la madre de todas las desgracias que han sucedido y se sucederán.”
    (Quino)

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