sábado, 13 de mayo de 2017

Me venció el amor.

Falto de inspiración, digo que me venció el amor porque creo que como título para la tontería resulta más atractivo, pero en realidad lo que me venció fue el seguro del hogar. Disculpen la falsedad.

Me venció el seguro del hogar y la señora delegada dice que sí, que me ve muy bien para la edad que tengo (como la dama que vela mis sueños), pero que una segunda opinión médica me vendría de perlas porque no hay que fiarse de nadie incluidos los médicos (justo lo que yo digo), y me ofrece un seguro del hogar que lleva incluida una segunda opinión médica. Vale en un seguro de vida pero del hogar, no sé. Qué cosas. Me hace dudar, y al verme indeciso me dice que este seguro viene promocionado y no me encarece la póliza. Entonces sí, y contrato el seguro del hogar que además de arreglarme la lavadora me ofrece una segunda opinión médica. La próxima vez que tenga que renovar el seguro del coche preguntaré si la póliza cubre las corruptelas de los corruptos. Sería estupendo un seguro de coche que además de los estropicios del coche cubriera la corrupción para no tener que trabajar en el extranjero y echar de menos España y sentirme español. A veces pienso en la España corrupta y siento vergüenza de ser español.

Los que dicen saber y saben tanto como los que no sabemos, aseguran que cuando salgamos de la crisis seremos otros y mejores. Y más guapos y más altos. Lo celebraría pero prefiero esperar a que se vaya Rajoy (¡por fin!) y las empresas repartan sus escandalosos beneficios bañados en sangre con sus trabajadores. Ay, no sé. Hoy tengo el día de aquella manera y no me convence la tontería. Culpable el ordenador que me ordena. Me apeo. Gracias.

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