viernes, 6 de febrero de 2015

¡Patricia, por tu padre!.

A Patricia le digo que ya es hora, que si piensa tener a Ian en casa ni de broma, ella tiene su casa y treinta años. Hablo de emancipación. ¡Patricia, por tu padre!.

-Patricia, es duro lo que te voy a decir, pero tu madre y yo queremos que te vayas de casa...
-No me queréis...
-No es eso, cariño, te queremos, pero también queremos que te vayas de casa...
-Ya sé que soy una carga, el caso es que... 
-¿Qué?
-Se trata de la hipoteca, la luz, el agua, los seguros y comer. La vida está muy cara...
-¡Cara la tuya!. ¿No te vas a ir de casa nunca?
-Pues igual no.
-Pues igual no. Y te cuento: ayer tarde comentado tu caso con mi amiga Roxana, me dijo que una compañía de seguros acaba de lanzar un producto orientado a los hijos que como tú no encuentran ocasión de irse de la casa de sus padres... Es un seguro que cubre las necesidades de los hijos después de que los padres alcancen la edad de jubilación. 
-¿Cómo es eso? 
-El jubilamos cobramos menos, entonces, el seguro cubre la diferencia de lo que ganábamos a lo que ganaremos después de la jubilación con el fin de que sigáis en casa sin pasar privaciones... 
-Buena idea. Y un fondo de pensiones y una residencia de ancianos en la playa para cuando me jubile estaria bien. Además. Se lo podías comentar a tu amiga Roxana.

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