jueves, 19 de febrero de 2015

Muerta la decencia política.

Una canción de amor para el PP y otra de bienvenida para sus dignos adversarios en las urnas. Las encuestas son agradecidas y aseguran las del PP que gana el PP, las de Podemos que gana Podemos y las del PSOE que gana el PSOE. El asunto es ese. Todos ganan, incluso los imputados de unos y otros ganan, y pierde el pueblo.

En el año de las elecciones donde todos ganan menos el pueblo nos enteramos que las cosas apenas han cambiado, porque también ganan las empresas privatizadas antes y ahora... Las trabajadores pierden su empleo y pierden su dignidad, hasta la vida pierden. ¿La vida o la muerte? Sovaldi es la muerte si no se tienen 50.000 euros y la vida la vidorra que se dan los gestores de las grandes empresas privatizadas. Las empresas, públicas con carácter estratégico o privadas con dinero del Erario (esas y no otras) tienen que ganar dinero, pero oiga, un poco de coraje da el hecho que los gestores ganen o roben millones y las familias se mueran por inanición. Uno sabe lo que ve, y ve cosas que no están bien. (Ayer no me expliqué porque Manuel Menéndez y su historia política en Caja Asturias me tocó de cerca y preferí gritar en Les Seniaes. Sí. Hablo de Tini Areces y Villa, de Juan Vázquez y la Universidad, de Felipe Fernández y HC, de CCOO y CSI, del PSOE y el PP. Se propuso ser lo que es y lo consiguió de la peor manera posible: manipulando y desuniendo a todos. Si entra en sus planes ser presidente de gobierno lo tiene crudo Rajoy y compañía). Y sigo.

Algo ha de ocurrir, porque solo puede ganar uno, pero de momento nadie sabe. Igual se ponen de acuerdo para gobernar y entonces sí que ganarían todos. Pero es difícil que se pongan de acuerdo en algo, a no ser en el reparto de escaños... No pondría la mano en el fuego por ninguno. Muerta la decencia política, la manera de obrar justa y honrada, aquí paz y después gloria.

Alguien asumirá la presidencia de gobierno y asumido en una profunda satisfacción de lealtad hacia el pueblo, según me cuentan, impondrá por ley la dación en pago, y el paro, la sanidad... Oiga usted, esto es muy cansino. Somos humanos y si no nos ponemos de acuerdo nos devorarán los mercados y los usureros de afuera. Los de adentro no tienen ya dónde meter los euros y no les queda sino el HSBC. "Salvemos a los bancos. Los bancos primero, y los banqueros". Y las familias que vivieron por encima de sus posibilidades... ¡Ya les vale!. Hablo del pecado que en el capitalismo cometen los partidos políticos al convertirse en gobierno. Todos.

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