Vuelvo a Ortega.

Vuelvo a Ortega pero ya con Gasset para recordar la atención de los desatentos; hay que hostigar la modorra de la conciencia popular con palabras agudas tomadas del pueblo para que ninguna simiente se quede vana. Esa encomienda la deberían tener los que escriben cada día. Pero los que escriben a diario si periodistas persiguen a las famosas y sus romances. Fúrtbolistas, políticos, corruptos sino es lo mismo... Y un algo de las verdaderas necesidades del pueblo.

A la sociedad de hoy en día no hace falta hostigarla vale con fustigarla. La sociedad de hoy en día le vendría bien que no la trataran como estúpida ni le hablaran tal si lo fuera... Son quienes escriben en los medios de comunicacion, periodistas o no los que deberían hostigar la modorra de los políticos descreídos y contarnos la verdad de sus hazañas. Ya lo hacen, pero poco. Queremos que se impliquen más, y que los señores dueños de los periódicos no manipulen estadísticas políticas ganadoras sin políticos. De Madrid al cielo pasando por el País. Demasiado politizados los grupos editoriales que aderezan las noticias al gusto que les conviene para sus intereses.

La fortuna de quien escribe está con su credibilidad y también con su capacidad de motivar cuando informa. Caerle bien o mal al político de turno no debiera importar... Pero importa, y más que buscar la verdad reparten alabanzas justificando olvidos.

Hasta aquí la dignidad de una profesión puesta en tela de juicio pues quien escribe también vive de prestado y renueva contrato laboral. Cuesta vivir con ideales en este país de votantes. Por suerte, la santa poesía nos enseña que las sombras sirven para distinguir la luz. Y Les Seniaes para soñar que existe alguien cercano dipuesto a ofrecernos su corazón... ¿Quién dijo que todo está predido?