Ayer y hoy
Humilde como el voto del creyente,
bendito como el ángel de mi guarda,
tímido, solitario, romancesco,
fe y esperanza.
Como tú, virginal y sin mancilla,
como yo, visionario y entusiasta,
era el amor que te ofrecí; inocente,
como mi alma.
Ignoto, como ráfaga perdida,
ardiente, como lágrima callada,
torcido, desolado, borrascoso,
amor de paria.
Triste, como el destello de la luna,
solo, como la luna solitaria,
es el recuerdo de ese amor maldito,
como mi alma.
Pedro Bonifacio Palacios, poeta, conocido también por el seudónimo de Almafuerte, falleció el 28 de febrero de 1917
No hay comentarios:
Publicar un comentario