Aristóteles dijo: "La inteligencia consiste no solo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar el conocimiento a la práctica". Y al decirlo dio a entender que el humano ser es el resultado de sus debilidades. Los millonarios porcientos que, presuntamente, un político añade a su salario público para llegar a fin de mes. Un mes no es igual para todos. Al cabo de mil entrevistas de decidir qué decir y qué no al medio comunicante Ábalos, José Luis Ábalos, mientras sea diputado, también es responsabilidad política. Es una metedura de pata de banco se mire como se mire. Un trampolín a la "autoinculpación". José Luis Ábalos anteayer era un político presuntamente inocente y hoy es lo que la opinión pública quiera, pero culpable. Juicio mediático, pena de telediario. Y mientras, otro político, porque la inteligencia sin conocimiento es como un día sin pan, deja en evidencia a lo peor de nuestra clase dirigente. Un domingo de ir a misa, un ritual, una costumbre, porque una mano tapa otra y la capacidad de respuesta de la sociedad es ninguna. Pronto habrá elecciones europeas y las caras serán otras y la inteligencia sin conocimiento volverá a presentarse a las elecciones y... "no pasa nada, güelu". Si Ian asegura que no pasa nada, no pasa nada y buen provecho nos haga. Estamos ciegos, no sabemos escucharnos; tampoco entendernos. Gracias.
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