Te propongo un juego. Sencillo y gratis. Sin manual de instrucciones. Basta con querer para poder. Sin efectos secundarios dañinos. ¿Duración? Quién sabe. Primer paso: elige a una o dos personas que te importen mucho. Pero mucho muchísimo. Personas sin las cuales tu vida no sería la misma por todo lo positivo que han aportado o por todo lo negativo que han bloqueado. Personas cuya ausencia te causaría un vacío imposible de llenar. Segundo paso. Coge papel y lápiz. No, no vale el ordenador ni el móvil ni la tablet. El soporte es importante en este caso para establecer una conexión libre de interferencias con lo que quieres expresar. Y si te equivocas, tachas. Una hoja con tachaduras tiene mucha más vida que una pantalla en la que solo tienes que seleccionar y suprimir para silenciar el error. O la duda. O el miedo a una palabra concreta que te descifre. Te puede interesar. Y luego, escribe una carta en la que hagas saber a esas personas lo que pensarías, sentirías o recordarías si se fueran para siempre y ya no hubiera posibilidad de contacto. Cuántos malentendidos se quedarían fuera, cuántas confesiones iluminarían lo que os une desalojando sombras dañinas, cuánta memoria reviviría en plenitud compartida. Y al escribirlo, no escatimes elogios ni gratitud ni cariño. No dejes nada en el tintero. Calla los reproches que no aporten comprensión y deja paso solo a lo que enriquece vuestras vidas. Recuerda los buenos momentos y pide perdón o da explicaciones si hiciera falta, cuenta lo que no dices a la cara por pudor o miedo a hacer daño. Y luego entrega la carta. En mano. ¿Te atreves? (Tino Pertierra).
Tino Pertierra me propone un juego. Y digo que me propone un juego porque si es un juego sencillo y gratis, sin manual de instrucciones, que basta con querer para poder, y no tiene efectos secundarios dañinos, si no es para mí, no es para nadie. Y para mí... ¿Por los pelos o por la duración? Quién sabe. Me gusta leer y escribir, me gusta recordar los labios que besé, y soñar que los puedo volver a besar. (Ojalá, y que tengan el mismo sabor). Me gusta la gente en conflicto permanente. Gente que se equivoca. -Me sedujo, me engañó como una ilusa. ¡Me equivoqué!. -¿Y? Aprende de tus errores y vuelve a empezar. Pero defendiendo tus ideas con otras intenciones (y con otros compañeros de romería). Si alguien me busca, aunque no me necesite, aunque a otros ojos no lo merezca, mientras respete mis diferencias y tolere mis meteduras de pata. Si alguien me busca me encuentra y si no me encuentra seguro que me llamó amigo por mis logros y no por mi cara bonita. Mi único logro fue llegar a viejo y cobrar una pensión de la Seguridad Social. Ni siquiera ser güelu fue cosa mía. Lo demás, incluyo el juego del señor Pertierra, me aburre. (Este juego, para mí, es como lavarle la cabeza a un gochu: perder tiempo y jabón). Gracias.
juego peligroso, por decir lo menos, hoy en día que vivimos tan preocupados del que dirán, que todo lo disfrazamos en las redes sociales, y regresar al lápiz y papel...
ResponderEliminarno se, lo pensaría antes de jugar, aunque ya se quien estaría en mi lista, pero ya una adelanto el paso
abrazo
Carlos, lo que sea por ir hacia delante. A veces hay que mojarse. Deseo que todo te vaya bien, la salud principalmente. Gracias.
ResponderEliminarSalud.