martes, 5 de marzo de 2024

Cuéntame un cuento.

Por los mentideros municipales se oye una voz: "La gente no abandona lo que ama, sino lo que duele demasiado". El amor y el dolor van de la mano. Mucho amor hay escondido en el dolor por decisiones equivocadas sin hacer nada. A la cara una daría en loco. La cara vemos, el corazón suponemos. Quizá no estaba entre sus planes abandonar, pero se abandonó, que es peor. Todos metemos la pata. Se podrá desviar la atención hacia otro tema, la floración del azahar, por un decir. Quienes no aceptan las consecuencias de sus actos están fritos en su salsa. Saber no es conocer, conocer no es entender, entender no es comprender. Diría que es bueno ser humilde, por ejemplo, pero eso ya se sabe, lo que no se sabe, es que es un buen negocio ser humilde. Atenta a la tontería: tu presente puede ser un lugar sin salida, tu pasado, si te quedas, uno sin retorno. Tus negocios fueron decisiones equivocadas y negarse a aceptar las consecuencias... las consecuencias, porque hablamos de negocios culturales, son un mal negocio, no aceptarlas. La cultura somos todos, nuestros hijos, nuestros padres. Nuestra historia. Y el refugio del amor. El vaso de la politiquería siempre está lleno y nunca aprenderán a llenarlo. Y mueren de éxito, o de pena. O de perjurio. (Soy viejo para según qué cosas: dale un beso y salud a mi vejez, y te cuento un cuento). Gracias.

2 comentarios:

  1. Sin que me cuentes nada a no ser de ti, te doy un beso y brindo a tu salú, viejito.

    Salú again

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  2. Lo mismo te digo. Y si por mí fuera... A lo mejor lo que se cuenta sobre mí es más interesante que mi vida. Te quiero. Beso.

    Salud.

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