"El amor es una epidemia que se acaba con el tiempo". (Joaquín Sabina).
Al fin mayo. Y vaya si me consumió abril con tanta tormenta y tanta y tanta lluvia. Y tanto y tanto ruido. Pero eso es pasado, mayo no es abril. La floración del azahar no se hizo esperar y las mariposas siguen volando libres porque aún es primavera.
Al fin mayo. Y vaya si me consumió abril con tanta tormenta y tanta y tanta lluvia. Y tanto y tanto ruido. Pero eso es pasado, mayo no es abril. La floración del azahar no se hizo esperar y las mariposas siguen volando libres porque aún es primavera.
Cansado y despojado de algunos suplicios también es primavera para mí y soy libre. He cancelado todos mis compromisos, volveré a empezar y a ejercer de güelu con mis adorables nietos. Realmente me siento liberado. Si algo muere algo nace y eso es todo. Consciente, uno sabe que año tras año algo se pierde del espíritu que teníamos y no tenemos porque los seres queridos son menos, y las distancias son más, y las controversias, y las desavenencias, y los olvidos. Duele lo que duele y más en los años altos cuando todo duele más (y yo más). Ojalá y si el Sabina quiere que vuelva el mes de abril lo haga en son de paz. Porque soy un soñador terco y lo seguiré siendo. Y siempre pensaré en los demás, en su dolor, en sus malditas necesidades... nunca dejaré de pensar en los demás. Y en los prejuicios. Es lo que siento, en resumen, lo que soy. Gracias.
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