jueves, 16 de mayo de 2019

Otro riesgo que asumo.

Vuelvo a lo de ayer de hacer realidad los sueños y no, en la vida nadie alcanza sus sueños porque sí a no ser que el azahar te premie con una primitiva y compres tus sueños si son ladrillos o algo parecido, cosas materiales, quiero decir. Y con tal y con eso, ay, qué poco dura lo bueno. Recuerdo, y es completamente cierto, a quien le tocó dos veces la primitiva -unos diez millones de pesetas de las de antes (de las de antes no, estúpido, de las de siempre)- y acabó donde empezó ¿? en la mina picando carbón. (Recuerden que soy asturiano y de la cuenca minera, como Teodoro Cuesta). De poco sirve que el azahar te premie con una primitiva o lo que sea si es mejor, si no tienes la cabeza bien amueblada... Efectivamente, los sueños no se alcanza porque sí, sin ayuda, sin una mano pegada a un brazo y a un hombro siempre dispuesto a mitigar los estropicios del alma. También un libro de poesía y un poeta que bien lo explique. Hay poetas que llevan declamando poesía una vida, y a pesar de todo... Porque hay más odio que amor, más rencor que aprecio, más de todo y peor... Y gente con saña. Y dale.

Y eso es todo por hoy, no me apetece seguir escribiendo, además, solo faltaría que quien me lee no comprenda el mensaje como lección de vida y abra la puerta del infierno y saque sus peores demonios a pasear... Otro riesgo que asumo. Gracias.

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