sábado, 25 de mayo de 2019

Si hablamos de morir, nada más estúpido.

"Los seres humanos hacen cosas estúpidas. Se mueren, por ejemplo". (Juan José Millás). La vida y la muerte van cogiditas de la mano, como el pasodoble. La muerte pertenece a la vida como la vida pertenece a la muerte. Una no puede existir sin la otra, como el amor. Pero entre la vida y la muerte hay un algo por descubrir. Un sábado de fieles difuntos y de reflexionar sobre el voto (a buenas horas mangas verdes) no me pregunten porque acabo de llegar: unos dicen que es muerte y otros que es vida... Escaso de inspiración y corto de entendederas no doy en loco al pensar porque para eso hay manicomios y papeleras. Si a vuelapluma no me sale lo que quiero escribir lo tiro a la papelera, pero también hay depósitos de colores por si fuera otro el desperdicio y otra la locura (quien siembra vientos recoge tempestades). Uy, pienso sin reflexionar porque la persona reflexiva tiene luz y yo no tengo pila ni linterna, que entre la vida y la muerte hay amores idos y amores que matan.

Hay gente que penetra en lo más escabroso de su ser y cuando descubre el averno también descubre que quiere vivir pero ya es tarde aunque esté inmaculada su ternura. Quien desprecia Les Seniaes relega el paraíso donde todo comenzó, donde se juntan las vidas paralelas... (Te abrí mi corazón y floreció el azahar. Te chupaste el dedo y ni caíste de la burra). Gracias.

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