Llevo semanas sin ir al mercado a comprar disculpas y hoy voy a ir. Nada relacionado con la salud: de salud bien, gracias. Hablo de comprar disculpas para decisiones ya tomadas por si llega el caso de usarlas como amenaza, no como disculpa. Desde que aprendí a leer sé más por lo que callo que por lo que digo o creen que sé. Me entusiasma que algunos crean que sé lo que sé porque lo sé, disimulo, pero lo sé. La vida es ficción. La vida es santa poesía que se explica si se entiende.
Me cuentan mis informadoras que recientemente anda el río revuelto y ganancia para el pescador. Y es cierto, la sabiduría popular contribuye de manera especial a poner a cada cual en su sitio. Cuánta razón tenía mi viejo y sabio amigo Eugenio: indiferencia, castígalos con la indiferencia y dales a entender que sabes del tema mucho más de lo que ellos saben, aunque sea mentira. Buen consejo que no olvido de mi viejo y sabio amigo. Pero añado que lo sé, y no es chulería, sé lo que tengo que saber y es mucho más de lo que ellos saben... Si Eugenio viviera sabría lo que sé y nos reiríamos juntos, porque tiene gracia y tiene guasa la cosa. El pueblo es sabio: A río revuelto... (viene la información a mí como moscas a la miel). Gracias.
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