domingo, 5 de mayo de 2019

Pensé ojalá que no.

"Pensé ojalá que no, pero esta vez podría ser la última vez". (M. Benedetti). El deseo es siempre que no sea la última vez...

Si yo lo veo claro por qué otros no lo ven claro, pero además les resulta inexplicable que yo lo vea claro. Un domingo de ir a misa y cantar siempre la verdad nunca estuve tan perdido. Quien organizó este desmadre no sabía dónde se metía. Quizás una cita casual por inusual podría explicar con detalle qué ocurre, y, sobre todo, qué podrá ocurrir de seguir en este plan ¿?

El humano ser no deja de sorprenderme. De viejo no entiendo nada, ni siquiera sé dónde perdí el sentido común que tantas alegrías me dio. Y eso que el cielo está despejado y a poco que me descuide amanecerá verano. Y con el verano llegará el calor sofocante. Todos sabemos más de lo que realmente creemos saber, a esta conclusión llegamos cuando actuamos con sentido común, especialmente en situaciones difíciles. Hablo de la habilidad para obrar con acierto según las oportunidades y la conveniencia: es la acepción ésta a la que me refiero porque hoy no negaré que estoy peor que estaba. El que no sabe dónde está tal vez llegó y alcanzó sus sueños... Saber no es acertar por casualidad. Saber es hacer sentir bien a los demás y demostrarles que como seres humanos tenemos utilidades sin adulaciones ni adjetivos lisonjeros que regalarles. Gracias.

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