lunes, 16 de abril de 2018

Vivir de prestado.

De tanto repetirme en los días que escribo me estoy acostumbrando a vivir de prestado. Mi ordenador me ordena y a veces me conformo con cualquier cosa que escribe... Mi ordenador es un manojo de cables sin sentimientos y yo que por naturaleza soy persona y debo tener sentimientos no me explico. (Que alguien entre en de soslayo y me diga que exagero). Doy lecciones de vida sana como si fuera alguien que sabe y solo hago que "copiar y pegar" pensamientos de lenguas sabias y nombro a Eugenio. Un lunes triste de morir no me salva ni se salva quien puede porque no sabe y el amor no le interesa, además, en este país no se salva ni Rajoy. Nos tenemos que morir. La dudas son dos: saber si por amor ya no se muere, que entonces no merece la pena mantener una esperanza, o si Rajoy acabara antes de irse con nosotros. (Los pensionistas no contamos porque nos iremos con lo puesto). Lo tengo escrito, escaso de casi todo, incluida la inspiración, si no escribo de Rajoy no escribo. Podría escribir al amor que fue o a libre albedrío, pero como Dios, también soy ateo, y mi alma no implora a pendón herido cuando inconsciente meto la pata de atrás en el tiesto. O me inspira la santa poesía o me salen sapos y culebras por los ojos que sería como escribir de corruptelas y corruptos, de los dueños de los partidos políticos, quise decir. Nunca me vi tan desanimado: ojalá sobreviva. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario