martes, 24 de abril de 2018

De viejo jode un poco la vida.

De viejo, a veces voy por la vida de sabio y me atrevo incluso a explicar cosas inexplicables a los ojos de cualquiera. De viejo, a veces alguien calla por respeto a mis canas y pienso que no les interesa mi experiencia o lo que sea. No digo insoportable, no quiero que me dejen tirado en una gasolinera en medio de ninguna parte, pero no sean crueles con un viejo cascarrabias. Quizá me tengan que repetir las cosas, pido un poco de paciencia, sigo siendo parecido a lo que fui: un padre. De padre pasé a güelu y a veces se me olvida que soy ignorante y atrevido. No voy a explicarles qué es la ignorancia y el atrevimiento. Soy viejo y estoy triste. Puede ser falta de cariño: hoy me siento solo y escaso de atención. Y otras paranoias para mayor ofensa. Hoy me siento un trasto viejo e inútil. Nada que merezca la pena.

Háganse un favor, tengan paciencia con sus padres que son sus hijos como la tienen con sus hijos que son nuestros nietos. Los niños y los viejos somos parecidos y damos una idea equivocada de nosotros. Unos están aprendiendo y los otros no lo sé. Como tampoco sé por qué estoy ocupado en tareas que me hacen sentir desocupado... Gracias.

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