Un día pregunté para qué sirve la poesía, lo cierto es que no recuerdo si alguien me contestó, pero puedo confirmar que la poesía es ciega y que solo sirve para sembrar dudas. Hablo en estos tiempos de incertidumbre, de no llegar a final de mes ni saber si alguien me quiere por amor o solo por interés. No crean que por vivir los años altos sé lo que otros no saben, estoy más allá que en cualquier otro lugar: no tengo claro de dónde vengo de venir de algún lugar.
La poesía es ciega, siembra dudas, y además hay que entenderla. Como hay que entender que la justicia es ciega o el amor y la fe. En estos tiempos de incertidumbre todo es ciego y siembra dudas, incluso la luz que pago a precio de oro. Perdón, no sé lo que digo, anda uno con la ansiedad a cuestas... (un día traeré a de soslayo por qué traigo la ansiedad a cuestas). La luz no es ciega, ciego es el recibo que me pasa al cobro la eléctrica. No me duelen prendas en reconocer aquí y ahora que no entiendo el recibo de la luz. Ni sé si la justicia, la fe, el amor, o la poesía es ciega y solo sirve para sembrar dudas como yo serví no sé por qué en la Escuela Militar de Zaragoza con el Rey de España.
Cuando pase el tiempo y se olvide la contienda que mi paisana la Reina Leticia le montó a su suegra al salir de una iglesia (las suegras, reinas o plebeyas son de lo peor. Por favor, no me tiren de la lengua), les contaré un chisme que corre por el pueblo... Hablo de mi pueblo que es el de la Reina Leticia, no del pueblo de Patricia. Adónde íbamos a parar. Lo peor, y es duro para un republicano decirlo es tener que pasar por monárquico cuando voy a mi pueblo; eso no lo explica la poesía... Por más que diga que soy un paisano de los de antes con pelo en pecho soy un mandilón.
En el país del caos no importa si el recibo de la luz no se entienda, que la justicia no sea igual para todos, la poesía o el amor, ay. Solo importa la fe religiosa por si es capaz de quitar algunos años de encima sin contratiempos. Gracias.
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