Según el poeta, "unos volvieron, otros no volvieron y algunos nunca se fueron". Yo volví sin haberme ido. Por amor.
Fue un veintitrés de abril cuando entraste en mi vida y te llevaste el libro más hermoso de mi biblioteca... El libro que más me emocionaba; el que no ridiculizaba la santa poesía; el que narraba historias humanas que llenaban espacios que nadie quería; el que reflejaba la vida y su incertidumbre con rigor; el que recordaba que había un sol y una luna que compartían el día. El libro que nunca engañaba. Recuerdo que era delgado (a un libro no le interesa ahondar en las vidas más tristes). En el libro se podían encontrar historias escritas con sentimientos del corazón, de corazón a corazón: vidas prohibidas, vidas humanas. Entre sus páginas había vidas paralelas... A los dos os echo de menos.
El espacio en mi biblioteca sigue vacío, no lo quise ocupar con otro libro, solo una rosa cada veintitrés de abril ocupa el sitio. De cuando en vez me viene a la memoria tu recuerdo y con él el libro. De cuando en vez echo cuentas y creo que vivo gracias a un libro, el libro más hermoso que pude soñar. Quizá porque no está escrito y es tu mirada el libro.
Feliz día del libro y de la rosa a los amantes de la literatura, de la santa poesía, de la vida y el amor. Regalen un libro, regálenselo a ustedes, sean protagonistas de sus vidas y no pierdan el tiempo con los asuntos inaplazables. Gracias.
Bien ...
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