martes, 3 de abril de 2018

Si digo Eugenio digo Juan, y otras miserias.

Desde el día que descubrí el paraíso donde todo comenzó, Les Seniaes, donde solo se junta las vidas paralelas, y a fecha de hoy, creo que me estoy volviendo más inútil y más torpe de entendederas que nunca. De viejo ya no salgo.

En Les Seniaes aprendí que nada es lo que parece y que solo vale la pena vivir por amor. Hablo de sentimientos del corazón. Hace tiempo que los asuntos inaplazables dejaron de interesarme, escribo el día que me gusta vivir y echo de menos a mi sabio y viejo amigo Eugenio. Con él la vida era distinta, ni tenía necesidad de escribir el día. También echo de menos a dona, ay. Duele el amor. Escuchen, saben que escribo para ustedes, ¿verdad? Pues si alguien en su presencia se las da de sabio pregúntenle cómo se llama y si les dice Eugenio no le crean: Eugenio ha muerto. Sin embargo, Juan está vivo y si digo Eugenio digo Juan. Les pido que disculpen que no haya mencionado a Juan en de soslayo después de tantos años, a veces solo veo lo que mis ojos me permiten ver. Juan, recuerden. Se llama Juan.

Tomo las cosas a pecho descubierto y luego pasa lo que pasa. Lo que pasa es lo que importa, y pasa desapercibido. Lo que importa, muerto Eugenio, es Juan. Nos encontramos cada mañana en la panadería, pero eso es nada para un aprendiz de todo. Del pueblo de Patricia el más sabio con diferencia. Por no hablar de su perenne sonrisa. En los años altos, demasiados altos, pues se le ve un tanto que así regular, tiene el corazón cansado, y si algo tiene grande Juan es el corazón. Mal asunto. Y no porque el corazón de Juan corra peligro, no, su corazón es fuerte, sino porque al alcalde del pueblo de Patricia un día que lo vi al doblar una esquina se lo dije claro: "no tiene usted recambio para Juan como no lo tuvo para Eugenio y eso es dejadez de funciones". Los políticos, como siempre, trabajando para las próximas elecciones. Como decía un viejo al que conocí en un lugar que no viene al caso: "ya lo toparán". Promesas rotas aparte: Y qué triste que todos los políticos acaben teniendo amnesia... (Eso explica muchas cosas). Gracias.

3 comentarios: