No sé si una amiga quiere vivir o supervivir. Si duerme cuando sueña. Imposible saber qué pasa por la cabeza de una amiga a través de la pantalla de su computadora. Una mujer, si una amiga, ni rastreando el infierno con todo el dolor que circunda la noche y el ensueño que tal vez le pasa inadvertido. Digo inadvertido y no de soslayo como debiera.
Los sueños inadvertidos pasan a través del tiempo si no se reacciona. Una amiga tiene mal dormir y peor ensueño. No pone atención a su oficio de escritora. La noche y el ensueño son riqueza creadora y los tiene atascados al no usarlos. Los sueños inadvertidos son enemigos del insomnio. Es imposible que una amiga sueñe y tenga insomnio. A pesar de saber como sabemos que cada cabeza es un mundo y pudiera ser lo contrario. Si me hiciera caso y escribiera sabría qué pasa por su cabeza. Escribir nos enseña. Yo sabría por qué antepone el mal y no el bien al amor y ella por qué es su más encarnizada enemiga.
Una amiga seguirá caminando por el enigma de la noche con sus sueños inadvertidos sin dormir diga lo que diga... Es tarde para ella, la luna y las estrellas están a punto de aparecer en su cielo. La noche llama: me apeo. (Que los sueños no te pasen inadvertidos).
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