Vengo de Les Seniaes (prometo que no es por hacer daño), y debido a la lluvia de los últimos días, según me cuentan, el azahar está brotando y eso es malo para la naranja. Vale, es malo para la naranja pero es bueno para mí. No me fío de los políticos y de nadie que son todos los demás. Es de pecado pasear por Les Seniaes, ¡ay, dona!. Solo eso cuenta. Si no hay naranja o es de mala calidad por la floración anticipada del azahar que entre un mar y arrase con todo lo que alimenta el cuerpo y no el alma. Mi mente absurda se cotizará en la bolsa de los valores en alza.
Abro los ojos o me quito la venda y veo que la realidad es una y la verdad otra. Yo mismamente soy otro, soy el sueño que vive la irrealidad. Mi mundo es onírico. Se acabaron las crisis. No volveré a ser la esperanza que esclaviza. Haré caso a Kristel, cambiaré de coche, la marca es lo de menos, con que sea caro y rojo me conformo. Soy el sueño y por nada puedo aspirar a todo. Me blindaré ante la pobreza y la enfermedad sea lo que sea. Mi vida será mi consuelo.
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