miércoles, 11 de febrero de 2015

Un amigo español.

A quien corresponda si le interesa.

Un amigo es un amigo como lo es una amiga. Quizá menos, pero no viene el dato al caso. Hay quien va diciendo por ahí que soy un amigo español... Estupefaciente, he de decir que nací en España, que soy español orgulloso de mi cuna pero no amigo, o dudo ser un amigo español. Y yo que me creía... De ser un amigo de alma corazón y vida a ser uno entre 47 millones... La verdad duele.

Si la primera víctima de la amistad es la verdad la segunda es la decepción. Pudiera ser que la amiga del amigo español no sabe que es español porque nació en España para evitar otra guerra mundial (claro) y que ciertamente él es ése amigo español de alma, corazón y vida, pero las circunstancias y el qué dirán... Ernest Rutherford dijo: “Al revisar mis primeros trabajos, me digo: caramba, Ernest, siempre fuiste un chico condenadamente listo".

En los años altos de la vida, de no llamarse uno Modesto, modesto como actitud, no deja de ser la estúpida vanidad. Favorable el escenario que plantea una amiga para saber cómo evitar otra gran decepción a falta de unos días de celebrar San Valentín, que de darme el gusto de llamar a la amistad por su nombre y ser falsa amistad, ay. Una probabilidad menos de poner en peligro mi credibilidad. De seguir así, llegará el día que no necesite una amiga de alma que cuide mi credibilidad. Ese día seré libre de apariencias. (No me extraña que los políticos solo tengan amigos empresarios).

4 comentarios:

  1. Vieras Soslayo que me dan igual los países, además creo que no deberian de existir seria un gran paso para la igualdad en el mundo, dicho esto viva la amistad y si tienes un amigo cuidalo viene San Valentín patrón del Corte Inglés.Forza

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  2. ¿Y qué haríamos con los países que son paraísos fiscales?

    Salud.

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