El comentario que hoy traigo a de soslayo es para sentarse y leerlo con una copa de vino en la mano. El vino que sea bueno porque el comentario es malo, como vislumbrar unos ojos de color negro azabache que lloran lágrimas de ausencia fingidas. Es un comentario malo, pero no por la moraleja que no tiene... Uf, vaya lío. Tampoco es un comentario malo, es una noticia fidedigna y empieza con una pregunta: ¿Ustedes sabían que nos quedan tres meses para entrar en el primer cuarto de siglo XXI? Claro, ustedes como yo bastante tenemos con llegar a final de mes y cabrearnos con esos politicastros que gobiernan. Pues yo, además, tengo otros dos cuartos de siglo (XX) en la mochila. No lo cuento para que la que no debe ser nombrada lleve al tinte el vestido de los entierros, no le daré ese gusto. Dejo al margen las salidas de pata de banco, las alusiones y el libre albedrío: saben que es verdad. La verdad es esa y la comprobé en el calendario. En poco más de tres meses entramos en el primer cuarto de siglo XXI. Así que si tienen una dolencia sospechosa o algo que les altere el sueño vayan al médico y háganse un chequeo integral. O no, no vayan porque el médico no vino ni vendrá: me cuentan que tiene consulta abierta en Alemania. Sigan mi consejo: tómense la vida en serio y confíen su salud a un santero espiritual o a cualquier Dios. Gracias.
Hola desde aquí, a lo mejor esos socialistas de otras entradas tuvieran una mala escuela desde este lado del Atlántico, quién sabe. Ahora lo de tomarse la vida en serio, disiento amigo mío. Primero tendríamos que debatir qué es la vida y estaríamos con varias copas de vino mirando una fogata y escuchando las olas romper en la bahía para concluir, sin más, viviendo a pleno. Porque la vida como dice el poeta es un parpadeo, un regalo. Si alguna vez te regalaron una taza y con los años se ha roto, es probable que recuerdes el nombre de quien te la obsequió y tu mente viaje a ese encuentro y luego tenes dos caminos: pegarla y usarla para poner una suculenta al sol u olvidarla para luego añorarla y así. La taza fue un ciclo, allí te has servido café de diferentes formas, bebiste agua, té, la usaste a pleno. La vida es para gastarla, astillarla, quebrarla, arruinarla por qué no, arriesgarlo todo, sonreír, divertirte con ella. En definitiva ya vendrá la parca para todos y el tema es no estar oxidado en los años "de mayores". Haber vivido con plenitud. Que si te sale un viajecito, hazlo, que si llueve justo cuando ibas a salir, mójate. Y así, basta de seriedad, hay que soltarse. No te digo que camines por la cornisa pero si quieres hacerlo, ese es tu riesgo y tal vez esa cornisa sea la diferencia. Te quiero. Aquí la primavera nos regala un sol precioso hoy, que observo a través de la ventana con mucha dificultad, no es para estar trabajando la verdad, pero es esa parte de "seriedad" obligada, sin más. jajaja.
ResponderEliminarQué alegría saber de ti, pero un poco enfadado porque, ay, envidio tu primavera. Toda tú te envidio. Eres luz para mi alma. Te quiero. Gracias.
ResponderEliminarSalud.