viernes, 6 de septiembre de 2024

Tras la puerta cerrada.

El "jefe" confunde el hambre con las ganas de comer y mete la penuria en casa de una malmatada. Los que pierden siguen perdiendo porque los que ganan mandan y quieren seguir ganando. Está en boca del pueblo. No digo amigos, digo llevarse bien. ¿Cuánto cuesta llevarse bien? Hablo de la colindancia cercana, no de mí: yo no confundo el hambre con las ganas de comer. Ni quiero una escalera para huir, tengo bicicleta y estoy jubilado. Los jubilados más o menos llegamos a final de mes. Llevarse bien con la colindancia cercana tiene valor, y un peso cualitativo al sentirse seguro: ¿Una pizca de sal? Sí. O llamar al SAMUR. La cultura se lleva bien con toda la colindancia. Mi güela no se llevaba bien con toda la colindancia (y viceversa), pero no dio con la puerta en las narices a nadie (mi güela sabía que cuesta calderilla llevarse bien). Y en ese plan no le falto (ni faltó a nadie) una mano y un brazo pegado a un hombro. Uno queda indefenso cuando cierra la puerta al colindante. Una puerta abierta a la necesidad te salva la vida. (El tiempo que empleamos sabiamente absorbe sosiego que luego esparce en la psique. Los años revelan con una gota de colirio lo bueno y lo malo destacando de manera inequívoca quien somos. Y las cicatrices nos dicen dónde hemos estado, pero no a donde vamos... Ir solos o acompañados es decisión personal). Gracias.

2 comentarios:

  1. Paso a revisar lo de la colindancia. Poner algo para fundir ese hielo del sempiterno intercambio de "buenos días" con el personal.
    No veo tu perfil por ningún lado...

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  2. A la colindancia (vecindad) no se le niegan los buenos días, por ejemplo. De eso hablo "Toy folloso", y que el karma tarda, pero siempre llega. Y lo de crear un perfil o... No sé. Gracias.

    Salud.

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