jueves, 26 de septiembre de 2024

Insurrección.

"Con el IPC de agosto, los precios han sufrido severas subidas durante los últimos tres años, con un incremento acumulado del 20%, tras registrar alzas del 3,3% en 2021, del 10,5% en 2022, del 2,6% en 2023 y el 2,3% en 2024. Estas cifras son superiores a las registradas por los salarios, lo que ha provocado una pérdida de poder adquisitivo en las familias". (El País).

Para los políticos como sociedad somos el resultado que no afecta a sus intereses ni al voto, hasta las próximas elecciones. Las familias están rotas con la mente dañada en su salud. Somos víctimas de una realidad callada que nos destroza la vida. Y cómo duele no poder gozar de la vida ni aspirar al derecho humano de ser felices. Somos espectadores, no protagonistas. Y no menciono una noticia que breve saldrá a la luz con la cara de la sumisión. Las familias no llegan a fin de mes (esa es la noticia y no otra). Las familias permanecen a la espera de "algo es algo" que les permita cambiar su amarga existencia; que les permita abrigar esperanzas y no emocionarse falsamente. La sociedad humilde no tiene representantes políticos acorde a sus necesidades. No tenemos líderes comprometidos con sus ideales. El colectivo laboral no está sindicado y ya no existe clase media. Esta patria no tiene intelectualidad reivindicativa, ni un estudiantado universitario capaz de tomar las calles. La sociedad de este país no puede liberarse de la barbarie de sus mandamases. (Los que pagamos sus excesos llamémonos a la insurrección para lo que puede sobrevenir, que podría ser tan inmenso que acabáramos todos en el cementerio). Gracias.

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