Cuentan que de muy joven José Saramago se sentaba en la última fila del cine, fila asquerosa con butacas destartaladas, y veía la película que todos admiraban bajo otro prisma triangular. Decía que esta circunstancia había definido su curiosidad intelectual, porque a partir de entonces decidió que a las cosas "había que darles la vuelta" para desafiar sus apariencias.
Desde atrás la película se ve diferente. Desde la lejanía cercana. Desde la atenta mirada de soslayo. Desde el silencio y el abandono también se desafían las apariencias y se define la curiosidad intelectual. Por tanto, se recomienda ver las cosas bajo otro prisma triangular. Sigamos el consejo de José Saramago y no salgamos huyendo escaleras arriba con las peores apariencias: es un acto de cobardía. Por las escaleras no solo se sube, tarde o temprano también se baja. Saramago es un libro abierto al conocimiento que analiza los problemas y les da solución desde el pensamiento crítico. Quien aparenta ante los suyos será el primero que pagará por no ser quien es y dar la apariencia de la peor cobardía. No tardará su conciencia en enjuiciarlo y condenarlo a un silencioso tormento entre muros infranqueables. Una persona no se respetó. ¿Existirá una persona en el mundo que no sea bella para otra? ¿Existirá una persona en el mundo negada a hacer el bien? Un libro malo siempre tiene algo bueno. Y viceversa. Un libro nos hace mejores. Pero hay que leerlo. ¿Tanto cuesta leer un libro? Gracias.
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